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Los dispositivos wearables, o vestibles, aparecieron como una curiosidad y, poco a poco, se han convertido en una auténtica revolución tecnológica dispuesta a cambiar nuestro día a día. Las empresas no han tardado en echarles el ojo, y más dentro del campo del marketing.
Dispositivos que van desde relojes smart hasta monitores de actividad física o incluso camisetas que detectan tu nivel de fatiga. ¿Cómo puede esto combinarse con la publicidad? ¿Cómo puede el marketing digital adentrarse en los wearables? De muchas formas que ya nos rodean, y que se dispararán en los próximos años.
Wearables en el marketing digital
Lo primero que hay que aclarar es qué tipo de dispositivo se puede catalogar como wearable. Aquí entran todo tipo de accesorios o prendas de vestir que cuentan con sensores o sistemas electrónicos en su interior para conectarse a otros aparatos o a internet.
Así, por ejemplo, podemos hablar de pulseras de actividad, smartwatches o incluso prendas inteligentes de vestir. Este abanico crece cada vez más, y lo que es mejor, cada vez es más accesible para los consumidores, lo que está suponiendo todo un filón para las estrategias de marketing para emprendedores o para grandes empresas.
Y es que los wearables pueden recopilar muchos datos en tiempo real sobre el comportamiento o preferencias de los usuarios. La monitorización de la actividad física, la geolocalización, los patrones de sueño, niveles de estrés… Todo esto es información valiosísima para equipos de marketing que pueden hacer perfiles mucho más precisos a los que dirigirse al lanzar contenidos o promociones.
Por supuesto, la gran ventaja que suponen los wearables para el marketing es que potencia como nunca la personalización. Esta, que es una tendencia clave y predominante en el marketing digital, alcanza nuevas cotas de eficacia gracias a los datos que recopilan los dispositivos inteligentes. Las marcas pueden diseñar experiencias de usuario prácticamente únicas con las que atraer y retener mucho mejor a los consumidores.
Fidelización e interacción en tiempo real
La interacción en tiempo real es otra ventaja descomunal que propician las wearables. Dado que muchos wearables integran sistemas de notificaciones push, las marcas pueden interactuar directamente con los usuarios en tiempo real y, sobre todo, en los momentos clave. ¿Recibir una oferta al pasar cerca de la tienda de una marca? Ese es solo uno de tantísimos casos posibles con esta tecnología.
De hecho, otro punto que demuestra las bondades de las wearables para el marketing es la fidelización. A través de la gamificación, es posible potenciar el compromiso del usuario, y esta se puede integrar perfectamente en un wearable. Una app de fitness, sin ir más lejos, establece desafíos y puntuaciones que mantienen el compromiso, pudiendo incluso dar recompensas u ofertas especiales a los usuarios que se superen o se mantengan constantes.
De hecho, todo esto ha propiciado el nacimiento de un nuevo nicho de mercado muy interesante para todas las marcas: el de la salud y el bienestar. Es un campo al que se han orientado la mayoría de wearables desde su aparición, siendo de gran utilidad para empresas relacionadas con la salud, que pueden recopilar toneladas de datos cruciales sobre hábitos de las personas.
Así, pueden realizar un análisis único para cada persona y facilitarles programas de bienestar o soluciones específicas para cada uno. Esto no solo ayuda a mejorar la calidad de vida de los usuarios, sino que también fortalece la relación entre la marca y el consumidor, posicionándose como un socio fiable al preocuparse por su bienestar y salud.
¿Hacia dónde se dirige la relación entre wearables y marketing?
No hay un horizonte claro para esta relación, porque la tecnología tiene una naturaleza con tintes impredecibles que siempre puede sorprender. Lo que sí está claro es que ambas partes seguirán combinándose para el beneficio tanto de marcas como de consumidores.
De hecho, ambas deben prestar atención al tratamiento de los datos de los usuarios, ya que es vital cumplir con los reglamentos sobre privacidad y protección de datos para evitar problemas legales. Para ello, las empresas tienen que reforzar el consentimiento de los usuarios, informándoles correctamente en todo momento del tipo de datos y el uso que se les va a dar.
Es un campo en el que todavía hay mucho con lo que experimentar y que descubrir. La tecnología no deja de avanzar y, ahora que la IA se está integrando en nuestra vida cotidiana, es muy probable que también tenga algo que decir en esta relación.
Sea como fuere, las marcas no se van a quedar atrás en ningún momento y van a dar con la manera de aprovechar todas estas posibilidades. Aparecerán nuevos wearables y, con ellos, no solo más comodidades y posibilidades para los consumidores, sino también nuevos terrenos en los que experimentar dentro del marketing digital. La rueda nunca dejará de girar.