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La tecnología del Sexo y la realidad virtual

tecnología del sexo y la realidad virtual

¿Te imaginas un futuro con juguetes sexuales que simulen el movimiento de los genitales, máquinas sexuales con el aspecto de celebridades sensuales y la posibilidad de crear mundos virtuales eróticos como lo desees?

La tecnología del sexo y la realidad virtual llegaron para quedarse y los avances son cada vez más notorios.

Juguetes que funcionan a distancia, visores de realidad aumentada con dispositivos que estimulan las partes íntimas y aplicaciones para manipular cualquier equipo diseñado para satisfacer los instintos más primitivos de los humanos.

La tecnología del Sexo

Sextech es la aplicación de la tecnología para mejorar encuentros sexuales y promover relaciones seguras. ¿Qué nos espera en el futuro?

Máquinas que toman la apariencia de celebridades famosas, como Scarlet Jahansson, e inteligencia artificial que harán los encuentros más realistas.

Muñecos sexuales con sistemas operativos que pueden ser controlados con aplicaciones para que hagan lo que deseas y tomen las rutinas de actrices porno y escort masculino de lujo.

sextech

Juguetes sexuales cada vez más reales e inteligentes. Estos serán una copia de testículos y órganos humanos, como miembros y vaginas, usando materiales realistas, como silicona –que al tacto es similar a la piel humana– y termoplástico, componente que, cuando lo tocas, se siente igual que el tracto de una vagina.

Si bien imaginamos estos avances como ‘crecimiento’ para encuentros sexuales, en realidad tienen una finalidad medicinal. Estos equipos ayudarán a personas con problemas funcionales que les impide tener relaciones sexuales satisfactorias, erecciones o llegar al orgasmo.

Las relaciones a distancia dejarán de ser tan frías como antes, mejorarán el bienestar de las parejas. ¿Cómo? Con videollamadas realistas donde se sentirán los besos, las caricias y la estimulación de la otra persona no importa dónde se encuentre.

Realidad Virtual y el sexo

La realidad virtual no desentona. Y es que la posibilidad de crear entornos, mundos sexuales de fantasía y que se sientan realistas, es impresionante.

Los visores de realidad virtual, cuando fueron anunciados, todos pensaron prácticamente lo mismo: llevaría al sexo a otro nivel. Y así fue. Los visores permitían a los usuarios masturbarse mientras ven y sienten a sus artistas favoritos.

La mayor aceptación vino de parte de Japón, quienes arraigados por la cultura del manga y animé,  veían cómo sus programas animados favoritos cobraban vida.

Solo hay que ver la cantidad de visores que se vendieron el primer año, cuando eran desconocidos y costosos: 5 millones en todo el mundo. Una verdadera locura.

Y si bien han ido en ascenso durante estos últimos años, fue cuando llegaron los dispositivos hápticos; equipos que permiten sentir la forma, textura y el peso de los objetos y escenarios virtuales.

Es decir, experimentas todo lo que sucede en el visor, ya que estos envían señales neuronales al cuerpo. Los hay en toda forma y tipo, desde equipos que se colocan sobre el pene y se mueven a la misma sintonía que los programas, como dispositivos de olfato, temperatura e incluso sabor, así como chalecos y guantes hápticos.

Finalmente, se espera que los equipos puedan manipularse con aplicaciones móviles y sincronizarse con videos porno, por ejemplo, para que simulen los movimientos, las voces y el calor de tus actrices pornos favoritos o escort masculino de lujo.

realidad virtual y el sexo

Finalmente, y quizás la apuesta más ambiciosa de la realidad virtual en el sexo, es la posibilidad de crear mundos de fantasías para materializar escenarios, personas –desde una ex que te dejó, hasta una persona fallecida que quieres recordar– y todo esto solo con la imaginación y la aplicación de algoritmos que seguirán las escenas.

Imagina lo que quieres y luego el programa hará el resto. Todo esto sintiéndose real gracias a los dispositivos hápticos más potentes y realistas.