Los correos electrónicos son herramientas de comunicación esenciales. Técnicamente, los necesitamos para acceder a cualquier tipo de servicio por suscripción, como las redes sociales, foros en líneas, descargar archivos y plataformas streaming.
Todos tenemos uno personal o laboral. Lo usamos según la naturaleza del caso. Pero, ¿qué sucede cuando queremos algo esporádico? Por ejemplo, recibir un código de una página que luego no visitaremos más. En ese escenario, nuestro email habitual quizás no sea la mejor alternativa.
Aquí es donde nace la figura de las direcciones de correos temporales, una opción que ha existido desde hace tiempo, sin embargo, pocos saben qué son y en qué benefician.
Por eso, en esta publicación, queremos ahondar en todo lo relacionado con los emails desechables.
Tabla de contenidos
¿Qué son las direcciones de correo temporales?
Las direcciones de correo temporales, también conocidas como emails desechables, son correos creados por un tiempo limitado para recibir documentos, mensajes o códigos que luego no volveremos a utilizar porque desaparecen del sistema.
Es lo contrario a los servicios tradicionales, como Gmail, Yahoo u Outlook. Te ofrecen una dirección de email, usualmente generada por algoritmo, y una contraseña a la que puedes acceder por un periodo de tiempo que oscila entre los 10 minutos y 30 minutos en el mejor de lo caso.
Con esta modalidad de correo temporal no se pueden conocer nuestros datos personales, como el nombre o la dirección. Tampoco hay que suministrar DNI, pasaporte, ni número telefónico. Y es que la seguridad es uno de los aspectos más importante de los emails temporales, ya que protegen la privacidad de los usuarios.
¿Para qué sirven las direcciones de correo temporales?
Los emails temporales tienen diversos usos, más de los que puedas imaginar en un principio. Lo más evidente, y con esto comenzamos, es que funcionan para recibir mensajes fugaces donde no quieres perder tiempo registrándote. Digamos que es un único mensaje, de un sitio o persona en específico, para los que no quieres, no puedes o no necesitas, utilizar tu correo personal o laboral.
También funciona en sentido contrario, enviar correos temporales y anónimos desde cualquier proveedor de correos electrónicos con tiempo de caducidad.
En el mismo orden de idea, te puedes registrar en sitios web que envían códigos personalizados una sola vez, o en una tienda donde tienes pensado comprar en una ocasión específica y no quieres entrar con tus datos o correos personales.
Si eres de las personas que interactúan en foros, o comprar en Internet regularmente, un Gmail temporal es una excelente opción. Es rápido, sencillo y seguro. No pondrá en peligro tu integridad y te permitirá acceder a espacios limitados por códigos o mensajes de confirmación, que hoy en día lo emplean, prácticamente, todos.
Cómo crear una dirección de correo temporal
Generar una dirección de correo temporal es fácil. No necesitas conocimientos avanzados para crear uno. La buena noticia es que existen diversos proveedores, cada uno con sus propias reglas –como el límite de direcciones que puedes producir o el tiempo de duración–, que puedes visitar y seleccionar para tu email.
Los pasos a seguir son los siguientes:
- Entra en Google, o en el motor de búsqueda de tu preferencia, y busca un proveedor de correo temporal.
- Según la alternativa, el servicio te ofrecerá una dirección de usuario aleatoria y una contraseña. Entra y verifica que puedes acceder a la bandeja de entrada con la información suministrada.
- Copia la dirección de correo que te otorgue el sistema, pégala en la página o formulario y espera a que el código o mensaje, según para qué desees utilizar este correo temporal desechable, pasado los minutos, y una vez cumplas con tu cometido, olvídate de ella para siempre.